martes, 20 de mayo de 2008

A veces, las casualidades se unen a otras casualidades y al final se quedan en un bonito y casual recuerdo para siempre.

Digo esto, porque el otro día, obligué literalmente a Pablo a ver "Antes del atardecer" y luego casi casi hasta me lo agradeció.

Hace años, un amigo me comentó que le habían encantado unas pelis que se titulaban "Antes del amanecer" y "Antes del atardecer" y me recomendó verlas. Me dijo que eran unas pelis deliciosas, llenas de casualidades, sobre una pareja que se conoce en un tren y pasan juntos una noche hasta el amanecer y nuevo años después, se vuelven a encontrar en París, y pasan una hora y cuarto (lo que dura la película) hasta el atardecer...

No fue hasta el año pasado que me acordé de lo que había hablado con él, las vi en una tienda y las compré. Hacía mucho tiempo que no sabía nada de mi amigo y cuando las terminé de ver (las dos seguidas, pues me gustaron tanto que las vi de un tirón), recibí un mensaje de él por correo contando que estaba en Japón trabajando, etc, etc.Y pensé que era una casualidad que después de tanto tiempo sin saber nada de él, recibiera noticias suyas el mismo día que vi las dos películas que me recomendó, películas que recomiendo a todo el mundo y que están cargadas de casualidades, amor, desamor e ilusión. Ay, pero qué bonito, qué bonito!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola que tal? Crees que me gustara la peli? Crees que la pondre en mi blog dentro de mis favoritas? jeje. Bueno que en otro tema me encanto la obra, a lo mejor me la pongo para verla otra vez. Bueno ya hablamos. Besitos.